DIARIO DE CLASE #8
UNIDAD I
INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA, TEORÍA DE LOS VALORES, FUNDAMENTOS METAFÍSICOS DEL FENÓMENO MORAL
Los fraudes en las organizaciones


Ahora bien, detectado el ilícito sigue siendo muy alta la resolución del conflicto de forma interna, y eso por variadas razones entre las que se encuentran el silencio cómplice para no evidenciar torpezas o negligencias de los responsables del control, hasta el temor de que futuras pericias judiciales demuestren posibles irregularidades de varios tipos.
La experiencia asegura que el delito se repite si no hay una inmediata capacidad de reacción. La denuncia resulta indispensable como demostración ejemplificadora. Sin medidas judiciales los delitos vuelven a cometerse al poco tiempo, el proceso es la efectiva y concreta evidencia de la voluntad empresarial.
El recupero del daño patrimonial a las empresas no siempre es significativo y sigue siendo la prevención el mejor remedio. En ese sentido el notorio control sobre bienes e información critica, no solo permiten detectar los posibles ilícitos, sino que desalientan su comisión.

El fraude erosiona la economía de las empresas, sus mecanismos se van sofisticando y, consecuentemente, el perjuicio aumenta, las compañías pueden perder más del 5% de su facturación como consecuencia de los ilícitos y que deben implementar mecanismos de prevención y, sobre todo, de sanción a los empleados infieles.

Las áreas financieras y de compras son en general las más sensibles y allí donde deben intensificarse los controles, aunque no se debe descuidar el espionaje industrial ya que la información confidencial tiene también un alto valor económico.
Entre las maniobras más comunes podemos citar, los arreglos entre los funcionarios a cargo de compras y los proveedores, previo simulacro de concursos de precios; refinanciaciones preferenciales de deudas; modificaciones dolosas de stock; supuestos pagos de tributos con presuntos recibos falsos y la fuga de información calificada.

Lo expuesto implica, en muchas ocasiones, el despido incausado del involucrado quien, por ello termina premiado con una indemnización.
Las empresas son en general muy pudorosas para reconocer que fueron damnificadas por fraudes, tienen la sensación de que se muestran vulnerables al dejar vislumbrar que no funcionaron sus controles internos o que la elección del personal no fue adecuada.
Cómo prevenir el fraude
Existe una favorable y creciente tendencia a denunciar estos ilícitos, el cambio de actitud se puede atribuir a razones muy diversas, entre otras la necesidad de acreditar quebrantos, la preexistencia de controles que colaboran con la conformación de cuadros probatorios que aseguran en mayor medida los resultados del proceso y hasta el mas adecuado tratamiento judicial de los delitos económicos.
El recupero del daño patrimonial a las empresas no siempre es significativo y sigue siendo la prevención el mejor remedio. En ese sentido el notorio control sobre bienes e información critica, no solo permiten detectar los posibles ilícitos, sino que desalientan su comisión.
El procedimiento que entendemos correcto, consiste en el análisis de los factores mas vulnerables de las compañías a través de la acción interdisciplinaria entre las asesorías letradas, auditorias contables, informativas y empresas de seguridad en su caso.
Al detectarse una irregularidad que normalmente es advertida vía controles regulares de auditoría tanto interna como externa o con medios menos sofisticados pero bastantes frecuentes como los avisos anónimos que delatan el hecho, es recomendable la inmediata desvinculación preventiva del agente sospechoso, y preservar de manera fehaciente, por ejemplo con constancias notariales, toda prueba que pueda tomarse como incriminante, que permita el encuadramiento legal de la futura denuncia.


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